lunes, 11 de enero de 2010

COP15, CLIMA E IMPACTOS EN LA ECONOMÍA ARGENTINA


El cambio climático

La Cepal realizó un estudio sobre su costo en Latinoamérica, estimando que en 2100, de no adoptarse medidas que mitiguen ese problema, equivaldría al 137 por ciento del actual PIB regional.


El calentamiento global genera un aumento de la temperatura media, modificaciones en el régimen de lluvias, reducción de la superficie cubierta por nieves y glaciares y multiplicación de eventos climáticos extremos. Ese preocupante fenómeno puede afectar de manera irreversible el ecosistema y un conjunto de actividades económicas. Actualmente, el 60 por ciento de las emisiones de gases contaminantes proviene de la quema de combustibles fósiles y de la producción de cemento.


fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/cash/17-4148-2010-01-10.html


En la decimoquinta Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático celebrada recientemente en Copenhague, los resultados fueron decepcionantes. El acuerdo entre Estados Unidos, China, India, Brasil y Sudáfrica estableció el compromiso de limitar la suba de la temperatura pero sin precisar metas de emisiones para 2020 y 2050. Al ser no vinculante, este convenio solamente obligó a la presentación voluntaria de metas de reducción de emisiones. La promesa de crear un fondo anual de 100 mil millones de dólares en el 2020 –para ayudar a los países pobres a combatir el calentamiento global– fue el punto positivo de la reunión.

Sin embargo, la imprecisión de esa iniciativa habilita el escepticismo en relación con la concreción definitiva de ese aporte. Ya el Protocolo de Kioto preveía la organización de un fondo para financiar la “adaptación” de los países más pobres a los efectos del cambio climático. La Unión Europea tildó de “desastre” los resultados de la cumbre internacional y se fijó como meta alcanzar un acuerdo vinculante en la conferencia que se celebrará en México en diciembre del año próximo. Por su parte, el canciller argentino Jorge Taiana denunció que las negociaciones no pudieron avanzar porque los países desarrollados pretenden transferir su inmensa deuda ambiental a los países en desarrollo.

Si bien los costos económicos del cambio climático son difíciles de estimar, la Cepal en “La economía del cambio climático en América latina y el Caribe” realizó un estudio preliminar sobre su impacto en las economías latinoamericanas. Para 2100, el costo del cambio climático para la región –de no adoptarse medidas que mitiguen ese problema– equivaldría al 137 por ciento del PIB regional actual. Para la Cepal, las evidencias indican que algunos países y regiones tendrán beneficios temporales como consecuencia de los aumentos moderados de la temperatura y los cambios en el régimen de lluvias. Sin embargo, el conjunto de naciones afrontaría efectos negativos en el largo plazo.

En el caso argentino, la Cepal pronostica un aumento de temperatura entre 1,5 y 2,0 C en el período 2030-2050. Ese cambio “podría repercutir positivamente en la producción agrícola, si no se consideran los potenciales problemas relacionados con la aparición o la difusión de plagas y enfermedades ni la restricción hídrica a consecuencia del derretimiento de los glaciares (sobre todo en Chile y el oeste de la Argentina). Sin embargo, después de pasar ese umbral de temperatura, los efectos sobre la producción agrícola y pecuaria serán negativos”, sostiene la Cepal. Desde una visión cortoplacista, la Argentina se beneficiaría por una suba del rinde sojero de acuerdo con las estimaciones realizadas por técnicos del INTA. Desde una mirada a más largo plazo, la reconversión productiva y el cambio en los patrones de consumo serán los desafíos ineludibles que el mundo deberá enfrentar


Y QUÉ VA A PASAR CON KYOTO?


DSP DE TANTAS ESPECTATIVAS EN COPENHAGUE....NO HAY RESULTADOS CUANTITAVIVOS NI OBLIGACIONALES PARA LOS PAÍSES Q HAN RATIFICADO EL PK.

http://unfccc.int/files/meetings/cop_15/application/pdf/cop15_cph_auv.pdf

martes, 29 de diciembre de 2009

Frases fin de año!!!

Para el año 2010 espero que tengas la vida de un cepillo. Que tengas mucha pasta, un buen mango y que te cepillen tres veces al día como poco.

Que nunca te falte el amor... y si no ya sabes dónde encontrarme! Feliz Año!!

Recuerda: mas vale goma en pene, que niñito el año que viene!. FELIZ 2010!!!

'Con la crisis hay que ahorrar, así que: Feliz Navidad, Feliz 2010, que te traigan mucho los Reyes, feliz cumpleaños y ya hablamos para el próximo año 2011'

Te regalo 1 lapiz,1 borrador,1 hoja y muchos colores para que esta Navidad escribas el presente,borres del pasado lo malo y dibujes del futuro lo que más desees,Feliz 2010!!

Este año, con la crisis hay que ahorrar, así que feliz navidad, feliz 2010, feliz San Valentín, feliz cumple, feliz santo, que tengas un buen verano y ya hablamos cuando me llames.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Fuertes cuestionamientos al Gobierno Para The Wall Street Journal, "la Argentina decae mientras su viejo rival crece"

El diario The Wall Street Journal publicó el jueves en su edición digital un artículo donde compara la realidad económica de Brasil y de la Argentina.

De acuerdo a su autor, Matt Moffet, "la creciente influencia política de Brasil en los asuntos internacionales -acrecentada por haber sido elegido como la sede de las Olimpiadas en el año 2016- ha impulsado a su vecino país Argentina a reflexionar sobre su propio, menos elevado lugar en el escenario mundial".

"En artículos de investigacion y opinión, y en diferentes blogs, los argentinos están enfrentándose a regañadientes con la idea de que su viejo rival lo está pasando de largo, mientras el centrismo pragmático de Lula da Silva triunfa sobre el populismo nacionalista de Cristina Fernández de Kirchner", agrega el artículo.

Para Moffett, "mientras Brasil logra convertirse en el anfitrión de las Olimpiadas 2014 y la Copa del Mundo 2014, la Argentina se ha involucrado en una serie de disputas diplomáticas con sus vecinos del Cono Sur y también con los Estados Unidos".

"El año pasado, cuando Brasil logró una codiciada calificación crediticia en Wall Street, la categorización argentina está al mismo nivel que Pakistán", agrega el autor.

"Lula da Silva, que ostenta un 81% de aprobación popular, es un estadista internacional en buenas relaciones con Barack Obama. Cristina de Kirchner, con el 23% de aprobación popular, tiene relativamente pocos aliados extranjeros más allá de Hugo Chávez", opina Moffett.

"Las diferencias entre las políticas argentinas y brasileras se han acentuado con los años desde que la Argentina declarara el mayor default en la historia en el año 2001. La Argentina soportó una abominable recesión económica en el año 2001, pero se recuperó fuertemente en medio de un boom de commodities con seis años de crecimiento a una tasa promedio del 8%", afirma Moffett.

Moffett señala que "en el año 2001, Brasil vacilaba en el borde del default, pero siguió cumpliendo con sus compromisos, y ahora se ha convertido en una nación acreedora. Pero desde el año 2003, la tasa de crecimiento de Brasil ha sido la mitad que la de Argentina. No obstante, el clima de estabilidad política y económica brasilero ha logrado que Brasil sea el preferido por los inversores extranjeros y cancilleres."

"Los logros brasileros se basan en una clase política sobresaliente respaldada por segundas líneas fuertes, un panorama de que la Argentina carece", afirma el artículo.

Y añade: "Entender por qué esto es así requiere volver el tiempo treinta años atrás, cuando ambos países eran controlados por gobiernos militares. En Brasil, la dictadura fue comparativamente menos despiadada, asesinando alrededor de 400 personas, mientras que en la Argentina se calculan al menos 10,000 victimas, quizás muchas más. Tanto Lula da Silva como su predecesor, Fernando Henrique Cardoso, fueron perseguidos por el gobierno militar, pero lograron salir con vida de la dictadura".

"Durante los años 70, muchos jóvenes políticamente activos en la Argentina, que podrían haberse convertido en líderes de similar estatura, no sobrevivieron", concluye el artículo.

Fuente: http://www.ambito.com/noticia.asp?id=492679

jueves, 12 de noviembre de 2009

Argentina: doscientos años de soledad

La Argentina se ha ido tornando impredecible, un enigma ante el que se estrellan todas las respuestas. ¿Cómo imaginar el futuro inmediato entre las brumas de un país a la deriva?

TOMÁS ELOY MARTÍNEZ 29/10/200 Fuente el pais.com internacional

Historia no es sólo aquello que se cuenta del pasado; es también, y a veces sobre todo, el relato de lo que se omite, de lo que queda en los márgenes. En mayo de 1910 Argentina celebró el primer centenario de su emancipación de la Corona española. Pocos meses después, el adolescente Juan Domingo Perón fue llevado por su abuela paterna al Colegio Militar de la ciudad de San Martín, donde estudió amparado por una beca de misericordia. Venía de un hogar inestable, errante, y en el colegio descubrió el único modelo de familia que conoció en la vida. Se dijo que si aquello era bueno para él, también debía ser bueno para el país.

Con esa escena empieza el siglo XX en Argentina. Tres décadas más tarde, cuando alcanzó el poder, Perón puso en práctica las lecciones de disciplina y orden que había aprendido en la milicia. Organizó el país en torno a la figura de un líder fuerte, carismático, cuya palabra era ley. Si bien esos dictámenes dependían de la aprobación de instituciones formales, como las dos cámaras del Parlamento y las cortes de justicia, las instituciones respondían por lo general a los designios del líder. A ese modelo jerárquico y autoritario pueden atribuirse las alternancias civiles y militares que se sucedieron a partir de 1955 y que cerraron el camino a todos los proyectos de desarrollo. Desde entonces Argentina se convirtió en un campo de batalla entre facciones que se disputaban fragmentos de poder y que obedecían, todas ellas, a diferentes caudillos únicos intolerantes con las ideas de los otros. Cada uno de esos caudillos, a su turno, fue debilitando las instituciones, estimulando formas de corrupción cada vez más sofisticadas y más sometidas a la voluntad de quien estuviera al mando.


Nadie sabe con certeza qué es el peronismo. Y por ello expresa el país a la perfección


La grandeza está en la imaginación de todos. Nadie parece resignarse a los límites de la realidad


Los diagnósticos sobre el futuro son pesimistas, porque el país pone sus esperanzas muy en alto


Una de las obsesiones argentinas era alcanzar la grandeza. Ahora es el miedo a la pequeñez


El peronismo domina la política argentina aun desde antes de que Perón regresara de su exilio en Madrid en 1973. Con el paréntesis de las dictaduras militares -que trataron, en vano, de aniquilarlo- se ha mantenido en el poder de una manera u otra hasta hoy y es posible que siga prevaleciendo durante otras dos o tres generaciones. Nadie, sin embargo, sabe con certeza qué es el peronismo. Y porque nadie sabe qué es, el peronismo expresa el país a la perfección. Cuando un peronismo cae, por corrupción, por fracaso o por mero desgaste, otro peronismo se levanta y dice: "Aquello era una impostura. Este que llega ahora es el peronismo verdadero". La esperanza del peronismo verdadero que vendrá está viva en Argentina desde hace décadas, como si se tratara de un imposible Mesías que iluminará el fin de los tiempos, cuando el país recuperará la grandeza de una vez para siempre.

Argentina, así, se ha ido tornando impredecible, un enigma ante el que se estrellan todas las respuestas. ¿Cómo imaginar el futuro inmediato, la celebración del segundo centenario de la independencia entre las brumas de un país a la deriva? Las instituciones siguen inestables. A diferencia de lo que sucede en Chile y Brasil, cuando un gobierno sustituye a otro, los técnicos y los cuadros medios del gobierno que se va son desalojados y reemplazados por funcionarios promovidos menos por sus méritos que por afinidad de intereses con el caudillo de turno. Así se derriban proyectos elaborados durante años, se ponen a prueba otros y las buenas experiencias acumuladas se derrochan. El seleccionado argentino de fútbol es una eficaz metáfora del país. Algunos de sus jugadores se cuentan entre los mejores del mundo y los clubes europeos pagan fortunas para tenerlos en sus planteles. En Europa deslumbran pero en Argentina fracasan. Se pasean desorientados por los campos de juego, después de que demasiados entrenadores les han dado directivas opuestas. La grandeza está en la imaginación de todos. Nadie parece resignarse a los límites de la realidad.

También el periodismo pierde la calma. Si el gobierno se crispa, si los humores se enardecen, el periodismo lo imita: se divide en facciones efervescentes, sordas a las razones de los bandos opuestos. El periodismo debería releerse a sí mismo. Muchos de los intereses y principios que defiende y predica hoy son inversos a los que defendía ayer.

A partir de lo que aparece ahora en la superficie de los hechos se vislumbra la silueta de un futuro más bien opaco, que en nada se asemeja al del primer centenario. En 1910 el gran Rubén Darío escribió un largo "Canto a la Argentina" impregnado de una imbatible fe en el futuro. "¡He aquí la región del Dorado, he aquí el paraíso terrestre,/ he aquí la ventura esperada!" La voz del gran Juan Gelman se oscurecía en 2004 al entonar su propio canto a la Argentina: "Cuando el dolor se parece a un país / se parece a mi país. Los/ sin nada envuelven con/un pájaro humilde que/ no tiene método".

En toda la despoblada extensión de Argentina se oyen tambores de guerra. La batalla por conservar el poder o por arrebatarlo es a vida o muerte. Sindicatos adictos al gobierno contra sindicatos adversarios; piquetes contra piquetes. Las calles de las grandes ciudades han entrado en ebullición. La justicia se mueve a paso lento, tratando de proteger las instituciones. Gracias a la justicia, el mejor legado del gobierno Kirchner no se ha perdido en el polvo de las reyertas. Los imperdonables crímenes de la dictadura, los robos de recién nacidos en cautiverio, las torturas despiadadas, los vuelos con prisioneros a los que se arrojaba vivos en el océano y en el río de la Plata, no van a quedar ya sin condena y sin memoria.

Que se haya recuperado la dignidad vuelve aún menos explicable que la educación agonice degradada en sótanos de negligencia que medio siglo atrás parecían imposibles. La influencia de la Iglesia, que ha sido siempre un poderoso factor de regresión e intolerancia, no cesa de crecer. La prédica de los últimos tiempos trata de llamar la atención sobre el escándalo de la pobreza, pero no recuerda que por la pobreza mueren cientos de madres adolescentes en abortos clandestinos y que la mortalidad infantil supera el trece por mil.

Todos los diagnósticos sobre Argentina del futuro inmediato son pesimistas, porque el país pone sus esperanzas muy en alto, evoca las grandezas del pasado y sigue creyendo en una superioridad que las dictaduras militares convirtieron en polvo.

Vale la pena entonces, volver los ojos y preguntarse dónde está ahora Argentina. ¿En qué confín del mundo, centro del atlas, techo del universo? ¿Argentina es una potencia o una impotencia, un destino o un desatino, el cuello del tercer mundo o el rabo del primero?

Siempre se creyó que Argentina estaba en un sitio distinto del que le habían adjudicado la geografía, el azar o la historia. Pero nunca hubo tanto divorcio entre la realidad y los deseos como en estos últimos seis años. Ya en 1810 una de las obsesiones argentinas era alcanzar la grandeza. Lo que ahora obsesiona al país es el miedo a la pequeñez. Para evitar ese derrumbe, se oye repetir una y otra vez: Somos grandes, estamos entre los grandes. La única lástima es que los grandes no se dan cuenta.

"Estamos llamados a iniciar una nueva era", escribía Juan Bautista Alberdi en 1838. Y después Sarmiento, Mitre, Martí, Roca, Darío: todos se sumaron al coro, todos esperaban que la grandeza se manifestara de un momento a otro. ¿Dónde estábamos entonces, en qué lugar? Éramos un inagotable cuerno de la abundancia: los ganados y las mieses se derramaban por los costados.

Hacia 1928, las estadísticas señalaban que Argentina era superior a Francia en número de automóviles y a Japón en líneas de teléfonos. A fines de 1924, el poeta nacional Leopoldo Lugones proclamó que los militares eran los "últimos aristócratas" del espíritu y les exigió que, espada en mano, ejercieran su "derecho de mejores", con la ley o sin ella y emprendieran cruzadas para imponer un "orden nuevo". Las sucesivas cruzadas de los "aristócratas del espíritu" -que culminaron en la guerra de las Malvinas, en los campos de concentración de la dictadura y en los cementerios de desaparecidos-, precipitaron el país en un desastre para el que todavía busca salida.

Pertenecer a lugares a los que sólo Argentina cree pertenecer; imaginarse árbitro, mediador, factor de decisión en pleitos a los que no ha sido invitada: tales son las antiguas maldiciones de la nación, los signos alarmantes de un destino descolocado. Los países del primer mundo se distinguen, a grandes rasgos, por tener seguros de desempleo, escasa o nula mendicidad, bajísimo índice de mortalidad infantil, educación laica, gratuita y obligatoria. Y trenes. Sobre todo trenes. Los trenes (más que cualquier otro medio de transporte) son el termómetro de cuándo un país anda bien y cuándo no. Vaya a saber por qué, pero la modernidad se mide a través de vagones puntuales, frecuentes y limpios, como lo descubrieron los alemanes del este cuando cayó el Muro y pudieron viajar, deslumbrados, en la segunda clase del expreso Francfort-Hamburgo.

Mucha de la infelicidad argentina nace de una lección que la realidad siempre contradice. A los niños se les enseña en las escuelas que son hijos de un país grande acechado por desgracias de las que no es responsable. Nunca le será fácil alcanzar la dicha a un país que cree tener menos de lo que merece y que desde hace décadas imagina que es más de lo que es. "¿Cómo se vive allá, en América Latina?", me preguntaba un amigo cuando volví del exilio. Argentina no estaba, entonces, en América Latina sino en ninguna parte: ni en el continente al que pertenecía por afinidad geográfica ni en la Europa a la que creía pertenecer por razones de destino. Estaba, como quien dice, en el aire. Lo peor es que cuando tenga que bajar, no sabrá dónde.

FUENTE: http://www.elpais.com/articulo/internacional/Argentina/doscientos/anos/soledad/elpepuint/20091029elpepuint_3/Tes


Where is the love... by Black Eyed Peas

Qué es lo que pasa en el mundo, mamá?
la gente vive como si no tuviera familia.
creo que el mundo entero está enganchado al drama.
solamente te sientes atraído por las cosas traumáticas.
fuera de nuestro país, intentamos combatir el terrorismo,
pero los terroristas siguen viviendo aquí
en estados unidos, la gran cia,
los bloods, los cryps y el kkk.
pero si sólo amas a las personas de tu propia raza
entonces sólo dejas lugar a la discriminación.
y la discriminación genera odio.
y cuando odias te invade la indignación,
demuestras maldad.
y así es como funciona este entramado, hermano.
tienes que amar para que todo te salga bien.
toma el control de tu mente y medita.
deja que tu alma descubra el amor.

Gente matando, gente muriendo.
niños heridos a los que escuchas llorar.
¿puedes llevar a la práctica lo que rezas?
¿pondrías la otra mejilla?

Padre, padre, padre ayúdanos,
guíanos desde arriba
porque la gente me hace, me hace dudar
¿dónde está el amor? (amor)

¿Dónde está el amor? (el amor)
¿Dónde está el amor? (el amor)
¿Dónde está el amor?
el amor, el amor.

No es lo mismo a pesar de no haber cambios.
los nuevos días son extraños.
¿está este mundo loco?
si el amor y la paz son tan fuertes,
¿por qué hay amores que se pierden?
naciones lanzando bombas,
gases químicos llenando
los pulmones de los niños.
con el sufrimiento continuo
de una juventud que muere joven.
así que pregúntate ¿ha desaparecido el amor?
así podré preguntarme qué es lo que va mal
en este mundo en el que vivimos.
la gente sigue rindiéndose.
tomando decisiones equivocadas,
sólo fijándose en los beneficios
sin respetarse los unos a los otros,
negando a tu hermano.
estamos en guerra, pero el motivo está camuflado.
la verdad es un secreto, está oculta.
si no conoces la verdad no conoces el amor.

¿Dónde está el amor, vamos? (no lo sé)
¿Dónde está el amor, vamos? (no lo sé)
¿Dónde está el amor, vamos?

Gente matando, gente muriendo
niños heridos a los escuchas llorar.
¿puedes llevar a la práctica lo que rezas?
¿pondrías la otra mejilla?

Padre, padre, ayúdanos,
guíanos desde arriba
porque la gente, la gente me hace dudar.
¿donde está el amor? (amor)

¿Dónde está el amor? (el amor)
¿Dónde está el amor? (el amor)
¿Dónde está el amor?
el amor, el amor.

Siento el peso del mundo en mis hombros.
a medida que me hago mayor,
la gente se vuelve más fría
la mayoría de nosotros sólo
nos preocupamos por ganar dinero.
el egoísmo nos hace seguir nuestro propio camino.
los medios siempre muestran la información errónea.
su principal criterio son las imágenes negativas,
contaminando las mentes de los jóvenes
con más rapidez que una bacteria.
los chicos hacen los que ven en el cine..
yo, haya pasado lo que haya pasado con
los valores de la humanidad,
haya pasado lo que haya pasado con
la doctrina de la igualdad
en vez de propagar amor, difundimos rencor,
falta de entendimiento, lo que lejos de unirnos
nos separa más y más.
es la razón por la que me siento bajo de moral.
esa es la razón por la que me siento deprimido.
no hay duda del por qué a veces me siento bajo de moral,
tengo que mantener viva mi esperanza para los que aman.

¿Dónde está el amor?
¿Dónde está el amor?
¿Dónde está el amor?
¿Dónde está el amor?

Padre, padre, padre ayúdanos.
guíanos desde arriba
porque la gente me hace, me hace dudar.
¿dónde está el amor? (el amor).


Black Eyed Peas